Lograr adelgazar sin dietas rigurosas, sacrificantes o riesgosas es posible. El truco está en adquirir hábitos de alimentación que le permitan identificar de manera consecuente las expresiones de hambre y saciedad que emite su cuerpo. Conocerlas le hará mantener un peso adecuado a largo plazo.
A la práctica anterior se le denomina alimentación consciente, un método pionero en el aprendizaje de hábitos para nutrirse, el cual le permite:
- Cambiar su manera de relacionarse con la comida.
- Dejar de usar la alimentación como un recurso de consuelo, premio o castigo.
- Valorar y no subestimar la carga nutricional de los alimentos.
- Conocer cómo funciona su metabolismo.
- Aprender sobre las opciones vegetarianas y microbióticas de alimentación.
“Con este método lo importante es adquirir habilidades de alimentación consciente basadas en conocer de qué herramientas personales dispone, cómo reducir el estrés y la ansiedad, realizar ejercicios de motivación para conseguir su objetivo y lograr desactivar los detonantes que lo llevan a comer sin pensar”, asegura el especialista español Enrique Escauriaza, coach en alimentación consiente.
Atención a sus sensaciones
Para integrar hábitos de alimentación consciente que le permitan disfrutar de lo que come sin preocuparse, lo primordial es cambiar su reacción con la comida y tomar conciencia de las sensaciones del cuerpo; para ello pregúntese: ¿tengo hambre? ¿De qué tengo hambre? ¿Me siento lleno.
Comer para vivir, no vivir para comer
Se trata de darle a la comida el valor que tiene en su vida sin que sus pensamientos, emociones y energía giren alrededor de ella. Para ello es fundamental:
- Reconocer y tomar conciencia de las señales físicas del hambre y la saciedad para poder responder a ellas.
- Distinguir entre hambre emocional y hambre física, ampliando sus recursos para poder satisfacer adecuadamente su posible necesidad emocional de compañía, distracción, incentivo, etc., sin tener que comer.
- Experimentar qué es comer con plenitud (técnica Mindfulness), participando más de su experiencia sensorial y recuperando el placer de comer.
- Adquirir herramientas para conectarse con sus emociones y así poder romper con los impulsos que lo llevan a comer sin pensar para luego sentirse culpable.
Ya existen programas especiales que lo ayudan a identificar esos componentes que repercuten en la reducción de peso como resultado del cambio de hábitos de alimentación y el mantenimiento del mismo por largo tiempo.
“Estos cursos están diseñados para desarrollarse en 8 semanas en las cuales, además, adquirirá herramientas de programación neurolingüística (PNL) para conectarse con sus emociones y así romper con las motivaciones que lo llevan a comer sin pensar”, complementa el especialista.
Las sesiones se pueden realizar de manera presencial, telefónica o por Skype. Consulte acá
“Estos cursos están diseñados para desarrollarse en 8 semanas en las cuales, además, adquirirá herramientas de programación neurolingüística (PNL) para conectarse con sus emociones y así romper con las motivaciones que lo llevan a comer sin pensar”, complementa el especialista.
Las sesiones se pueden realizar de manera presencial, telefónica o por Skype. Consulte acá
10 tips para una alimentación consciente
- Modere la moderación: disfrute y páselo bien sin privarse de ningún alimento; no saca nada con despedirse para siempre de algunos comestibles, cuando de entrada se sabe no va a ser la última vez que los consumirá. Siga comiendo y disfrutado.
- Evite los periodos prolongados en ayunas, pues cuando vaya a comer, como tiene demasiada hambre, consumirá alimentos en exceso. Comer lo mínimo durante el día antes ir al banquete no es una buena idea.
- Empiece el día haciendo ejercicio: la actividad física reduce el apetito. Además elimina el sedentarismo.
- Apueste por la comida sana: si es el anfitrión prepare comida sana, sin duda, los comensales se lo agradecerán. Mezcle el menú clásico con comida innovadora.
- Sea selectivo: céntrese en el plato que más le gusta. Antes de empezar a cocinar planee cuál va a ser el menú.
- Cuide lo que bebe: tome conscientemente y antes de comer minimice la sed con un vaso de agua.
- Piense si tiene hambre: reflexione al respecto y pregúntese qué es lo que de verdad quiere comer y decida comerlo.
- Conviértase en el chef gourmet de sus cenas: busque ingredientes, compárelos y cuando finalmente decida mezclarlos para crear el plato deseado, disfrútelos saboreándolos con calma y sintiendo plenitud con cada bocado. Comer rápido lleva a comer más.
- Renuncie a las sobras: sea generoso, regale su parte, no repita porción.
- Visualice cena antes de acudir a degustarla: minutos antes de ir a comer imagínese la “película de la comida” observando que oirá, verá y sentirá, mientras disfruta.
Visto en: Equilibrium
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