En "El mejor medicamento eres tú", Frédéric Saldmann revela otros secretos para que las personas se protejan y curen de las enfermedades, sin tener que recurrir a los remedios.
Frédéric Saldmann es un cardiólogo, nutricionista y especialista en higiene en el Hospital Européen Georges-Pompidou de París, y durante los años que lleva ejerciendo la medicina, se ha dado cuenta de que el escuchar, explorar, diagnosticar y extender recetas a sus pacientes, en realidad no es la mejor forma para curar una enfermedad.
Es por esto que en su libro "El mejor medicamento eres tú" (Aguilar), este médico francés presenta una nueva forma de tratar eficazmente lo síntomas y las enfermedades, activando y utilizando las capacidades que tanto el cerebro como el cuerpo humano tienen.
Es por esto que en su libro "El mejor medicamento eres tú" (Aguilar), este médico francés presenta una nueva forma de tratar eficazmente lo síntomas y las enfermedades, activando y utilizando las capacidades que tanto el cerebro como el cuerpo humano tienen.
"Albergamos en el fondo de nosotros medicamentos innatos para tratarnos, pero no los empleamos. Somos nuestra propia medicina, pero no lo sabemos", plantea Saldmann.
En este sentido, el especialista afirma por ejemplo, que la amigdalitis o la gripe son enfermedades que se curan solas, sin la necesidad de recurrir a un médico o a medicamentos. "No hay que comportarse como una persona asistida en lo que a salud se refiere, sino como un emprendedor activo", es su llamado.
Saldmann considera que su libro puede compararse con una navaja suiza, ya que "es multiusos y permite afrontar de manera inmediata y práctica todas las situaciones". De hecho, en él entrega -entre otras- recetas para mejorar el sueño, para luchar contra las enfermedades infecciosas, para eliminar el estrés y, por supuesto, para combatir el exceso de peso.
En este sentido, el especialista afirma por ejemplo, que la amigdalitis o la gripe son enfermedades que se curan solas, sin la necesidad de recurrir a un médico o a medicamentos. "No hay que comportarse como una persona asistida en lo que a salud se refiere, sino como un emprendedor activo", es su llamado.
Saldmann considera que su libro puede compararse con una navaja suiza, ya que "es multiusos y permite afrontar de manera inmediata y práctica todas las situaciones". De hecho, en él entrega -entre otras- recetas para mejorar el sueño, para luchar contra las enfermedades infecciosas, para eliminar el estrés y, por supuesto, para combatir el exceso de peso.
En este último tema, el médico sostiene que la clave está en "controlar la alimentación sin privarse del placer de comer". De esta manera, entrega una serie de ideas para "engañar el hambre", tales como:
- Chocolate negro: afirma que si es 100% negro, interrumpe la pulsión alimentaria o antojos.
- Azafrán: dice que tiene un efecto anti picoteo y aumenta en forma significativa la sensación de saciedad.
- Agua: asegura que tomar dos vasos grandes antes de participar en un aperitivo o empezar una comida tomando un gran vaso, permite controlar mejor el apetito.
- Reloj: señala que hacer pausas de cinco minutos cuando llevas la mitad del plato, o entre plato y plato, permite reeducar el centro de saciedad para que cumpla su papel de regulador del apetito.
- Clara de huevo: la califica como "la estrella de los inhibidores del apetito de origen proteico", ya que provoca una excelente sensación de saciedad que dura varias horas y, a la vez, no contiene grasa ni colesterol.
El especialista francés también sostiene en su libro que la sal, además de ser una amenaza para la salud si se consume en exceso, es muy eficaz para abrir el apetito, por lo que no es una buena aliada para quienes desean regular su peso. Así, aconseja no poner el salero en la mesa, no echar sal antes de probar la comida y acostumbrarse a cocinar sin ella.
"Al principio, los alimentos les parecerán insípidos y desabridos. Eso dura unos quince días. El apetito disminuye claramente (…) Protegerán sus arterias, y el riesgo de padecer cáncer de estómago será mucho menor. Y la guinda del pastel es que su apetito será mucho más fácil de controlar", asegura.
Asimismo, Saldmann recomienda reemplazar la sal por pimienta, la que -dice- "ha demostrado ser un aliado interesante para adelgazar". Afirma que permite disminuir el apetito, facilita la digestión reduciendo las flatulencias y que, además, está en estudio si actúa quemando grasas e inhibiendo la adipogénesis (formación de grasas de reservas).
Los postres y los platos "light"
El médico señala que un truco para controlar los antojos por azúcar es comenzar el día comiendo un postre en el desayuno. "Las personas que empiezan por la mañana con lo 'prohibido de lo prohibido', es decir el postre, parten con la casilla del dulce ya marcada. Por consiguiente, ese postre matinal regularía la sensación de hambre para todo el día", explica.
Eso sí, advierte que lo mejor para mantener la línea es abstenerse de tomar postre en cada comida y en su lugar reemplazarlo, por ejemplo, con un té verde.
Respecto a los llamados platos "light", Saldmann dice que no siempre son la mejor opción cuando de cuidar la línea se trata. ¿La razón? La cantidad de comida que traen a veces es tan poca, que terminan por desencadenar un apetito enorme muchas veces imposible de controlar.
Por esto, su sugerencia es recurrir a alimentos que tienen la capacidad de producir mucha sensación de saciedad, pero que aportan una tasa muy baja de calorías, como las callampas, los tomates o las papas al vapor. "Una ensalada compuesta con estos alimentos, presentada en una gran ensaladera y sazonada con hierbas frescas y una pizca de vinagre balsámico representa un aporte calórico reducido y originará una excelente sensación de saciedad", asegura.
Finalmente, el médico indica que otro excelente método para perder peso sin esfuerzo es centrarse en el presente y fijarse en aquellos detalles que mejoran las sensaciones de bienestar. "Si engulles de forma mecánica la comida mientras piensas en otra cosa, corres el riesgo de ingerir demasiados alimentos (…) No hay nada más triste -y malo para la salud- que tomar calorías y coger kilos comiendo platos que no merecen la pena", concluye.
- Chocolate negro: afirma que si es 100% negro, interrumpe la pulsión alimentaria o antojos.
- Azafrán: dice que tiene un efecto anti picoteo y aumenta en forma significativa la sensación de saciedad.
- Agua: asegura que tomar dos vasos grandes antes de participar en un aperitivo o empezar una comida tomando un gran vaso, permite controlar mejor el apetito.
- Reloj: señala que hacer pausas de cinco minutos cuando llevas la mitad del plato, o entre plato y plato, permite reeducar el centro de saciedad para que cumpla su papel de regulador del apetito.
- Clara de huevo: la califica como "la estrella de los inhibidores del apetito de origen proteico", ya que provoca una excelente sensación de saciedad que dura varias horas y, a la vez, no contiene grasa ni colesterol.
El especialista francés también sostiene en su libro que la sal, además de ser una amenaza para la salud si se consume en exceso, es muy eficaz para abrir el apetito, por lo que no es una buena aliada para quienes desean regular su peso. Así, aconseja no poner el salero en la mesa, no echar sal antes de probar la comida y acostumbrarse a cocinar sin ella.
"Al principio, los alimentos les parecerán insípidos y desabridos. Eso dura unos quince días. El apetito disminuye claramente (…) Protegerán sus arterias, y el riesgo de padecer cáncer de estómago será mucho menor. Y la guinda del pastel es que su apetito será mucho más fácil de controlar", asegura.
Asimismo, Saldmann recomienda reemplazar la sal por pimienta, la que -dice- "ha demostrado ser un aliado interesante para adelgazar". Afirma que permite disminuir el apetito, facilita la digestión reduciendo las flatulencias y que, además, está en estudio si actúa quemando grasas e inhibiendo la adipogénesis (formación de grasas de reservas).
Los postres y los platos "light"
El médico señala que un truco para controlar los antojos por azúcar es comenzar el día comiendo un postre en el desayuno. "Las personas que empiezan por la mañana con lo 'prohibido de lo prohibido', es decir el postre, parten con la casilla del dulce ya marcada. Por consiguiente, ese postre matinal regularía la sensación de hambre para todo el día", explica.
Eso sí, advierte que lo mejor para mantener la línea es abstenerse de tomar postre en cada comida y en su lugar reemplazarlo, por ejemplo, con un té verde.
Respecto a los llamados platos "light", Saldmann dice que no siempre son la mejor opción cuando de cuidar la línea se trata. ¿La razón? La cantidad de comida que traen a veces es tan poca, que terminan por desencadenar un apetito enorme muchas veces imposible de controlar.
Por esto, su sugerencia es recurrir a alimentos que tienen la capacidad de producir mucha sensación de saciedad, pero que aportan una tasa muy baja de calorías, como las callampas, los tomates o las papas al vapor. "Una ensalada compuesta con estos alimentos, presentada en una gran ensaladera y sazonada con hierbas frescas y una pizca de vinagre balsámico representa un aporte calórico reducido y originará una excelente sensación de saciedad", asegura.
Finalmente, el médico indica que otro excelente método para perder peso sin esfuerzo es centrarse en el presente y fijarse en aquellos detalles que mejoran las sensaciones de bienestar. "Si engulles de forma mecánica la comida mientras piensas en otra cosa, corres el riesgo de ingerir demasiados alimentos (…) No hay nada más triste -y malo para la salud- que tomar calorías y coger kilos comiendo platos que no merecen la pena", concluye.
Visto en emol.com
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